El camino elegido.

Si me paro a analizar todo lo que me rodea en este momento,siento que el mundo en el que vivo no está hecho para personas como yo.Con clases magistrales de oratoria barata,nuestros políticos y aspirantes a gobernantes intentan vendernos una sociedad justa,limpia y libre a través del derecho del voto en las urnas cuando provienen las fechas indicadas para las elecciones;también bastante programadas y materializadas en múltiples campañas electorales cargadas de una efusividad incierta,inverosímil y estúpida con el gran derroche de capital monetario que conlleva el organizarlas;mientras la mayor parte de los españoles tan sólo reclama un puesto de trabajo para sustentar a sus hogares y dar de comer a su familia.Los datos del paro se enmascaran con encuestas que distan -según quiénes sean los que realicen las mismas- bastante de la cifra real.No obstante,todavía la E.P.A. parece ser la que nos transmite una mayor confianza a la hora de analizar la problemática del paro en España.

Por otro lado,la dichosa corrupción dentro de los partidos políticos que no hace más que mermar la intención de ejercer el derecho del voto de los ciudadanos (me remito a la gran abstención que ha existido últimamente en todos los comicios).Si fuésemos un tanto inteligentes y nos parásemos a pensar en todo esto,optaríamos por no votar y dar el mayor golpe donde más les duele:en sus bolsillos,porque no deseamos que nos gobiernen unas personas que se enriquecen a costa de la pobreza de millones de personas.
Es por ello,que si centro mi visión en el panorama político,mis ojos comienzan a sufrir una especie de conjuntivitis ante la hecatombe que presencian.Pero puedo fijar mi visión en la sociedad en sí -intentando dejar aparcado el tema anterior- y, de nuevo, el escozor comienza a invadir la totalidad de mis contemplaciones y gran parte de mi interior hasta ahondar en lo más profundo de mi corazón.

Nos movemos en un materialismo exacerbado donde el mejor es el que más tiene y el que presume del coche más moderno recién sacado al mercado con todos los "extras" posibles.De este modo,la envidia nos corroe hasta convertirnos en máquinas superficiales, tan sólo guiadas por unas pautas establecidas en la sociedad del consumismo hasta que caemos en picado en lo que se conoce como "insatisfacción personal":cuanto más fácil me es conseguir lo que quiero,más pido y más gasto; entrando en un complicado laberinto donde la salida se halla justamente por la puerta de entrada que ya queda difuminada e imprecisa.
No obstante,intentaré salir de este atolladero para centrarme en el ser humano en sí.Pero...¿dónde me estoy metiendo?¿Acaso existe mayor corrupción que la del propio hombre?
Últimamente ya va siendo usual el que todos los días nos encontremos con alguna noticia relacionada con violencia machista o de género,por no mencionar los casos de abusos a menores y ancianos.Definitivamente no,esta vorágine de maldad y crueldad por la que se guía la persona es mayor que las anteriores vistas donde he decidido centrar mi atención.

Llegados a este punto,observo mis manos y mi mesa de trabajo y;justo en este momento, la sonrisa comienza a hacer acto de presencia en mi compungido rostro: soy escritora y,como tal,me declaro libre a la hora de dar rienda suelta a mi pluma y a mi imaginación.Sin lugar a dudas,el camino elegido es el que da sentido a mi existencia dentro de un mundo corrupto,insalubre y obcecado por la mentira y la envidia donde el poder de la fuerza reside en ellas y en el puño de un hombre que trata de amedrentar a su mujer o en los pervertidos deseos carnales que se materializan en abusos sexuales hacia un menor.

El camino elegido es el mío,porque lo he trazado yo.