Despliego mi vuelo hacia la constelación estelar de la libertad.
Justo allí,ante la fulgurante iluminación de dos luceros verdes,
mi pluma construye y crea un mundo pensado para la valentía,el amor y la solidaridad.
Parece sentirse sumamente cómoda desde tal ubicación y traza pinceladas de vivos colores que se convierten en dardos fogosos a lo largo de la trayectoria lejana que existe desde mi constelación hasta tu corazón.
Llamo a tu puerta;no te encuentro.
La diana se desdibuja en el planeta Tierra y esas flechas de esperanza terminan perdiéndose en las profundidades marinas.
Quiero pensar que no rehúyes a mis misivas perennes que te invitan a participar en mi lucha.
Quiero saber si crees en mi proyecto,si paseas junto a mí,si tu alma sigue intacta a las banalidades humanas. Pero sigo sin obtener respuesta alguna de tu parte.
Ceso en mi constante empeño de preguntarte.
Yo,desde la fulgurante iluminación que me brindan dos luceros verdes,
dejo que mi pluma derrame tinta sobre todos los rincones del planeta Tierra,hasta llenar de sinceros abrazos los más recónditos e inhóspitos lugares donde el miedo saca sus garras para adormecer cualquier inocente sonrisa.
¿Me acompañas?
Sigo sin escucharte... y me prometí no volver a preguntarte.
¡Suuuuu¡Silencio,por favor.
No me obligues a retomar un camino de vuelta;
en esta batalla la marcha atrás es simplemente imposible e impensable....,si es que te has molestado en conocerme tan sólo un poquito.
¡Suuuuu¡Ahora soy YO la que reclama SILENCIO.
Prefiero seguir deleitándome,plácidamente,
entre la incandescencia de dos verdes luceros,
con la hermosa armonía de la sonrisa de Ever.
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