Desnuda mis temores más ocultos
que se esconden en un corazón impenetrable de hielo.
¡Destierra esas pasiones enterradas en el imposible abandono
y ahonda con fuerza en la cavidad de mi férreo vientre!
¡Condéname a amarte bajo besos eternos y caricias perpetuas!
De calamidades incoherentes se nutren mis quehaceres
tras la plomiza capa de nieve que recubre la totalidad de mi existencia.
Una condena bien bonita, bonito poema Gloria.
ResponderEliminarGracias,Marse! Cada día mi poesía se torna más abstracta...como mi pensamiento.Besos!
ResponderEliminar