y desvanece con audacia y garbo el litigio de mi desconsuelo.
¡Escarba furtivamente en el agujero de mis sueños
y revierte la melancolía sempiterna en el diván profanado del recuerdo!
Hazme mujer con la voracidad de absorción de tus besos.
Inclina mi letargo en la cuneta de un horizonte lejano
y dibuja exclamaciones alegóricas de una sonrisa ilimitada.
Subraya el verbo en el epicentro de mis anhelos
y arrastra la palabra hacia el núcleo controlador de mi cerebro.
Construye quimeras sonrojadas con la voluptuosidad de tus deseos.
Mas no distribuyas al silencio entre las yemas de mis dedos...
Soy un jeroglífico al servicio de las letras
en un programa de pasatiempos
donde la ruta "creatividad" no delimita su término.
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