trazó el designio pernicioso de los míos.
¡Quiero penetrar en la infinitud de tus sentidos
y machacar impetuosa la imagen de otra mirada pretenciosa
que sustrajo esa pasión ansiada en mi delirio
afanoso por atrapar esa caricia suspendida en el hálito del litigio
que libran mente y cuerpo en un duelo imperecedero!
Más sólo puedo anclarme arrodillada sobre el fulgor de unos ojos morenos
que entre pálpitos de nostalgia alegórica
se confunden con los míos...
¡Ay,desconsuelo cruel de un enamorado espíritu!
¡Ay, espíritu desconsolado en los albores de tu abismo!
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