Despuntaba sus agujas hacia el norte
cuando en el sur se hallaba mi esencia impresa
entre el verdor de las aguas marinas motrileñas,
entre el arte esculpido del Albaycín y su esfera,
entre la algarabía de Puerta Real y Plaza Nueva,
entre el sosiego abrumador del parque de nuestro poeta.
¡Ay, brújula aniquilada por los designios de mis huellas!
Y despuntaba sus agujas hacia el norte,
sin tener una mínima consciencia
de que por tierras sureñas bien labradas, emana mi vida entera.
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