No firmé una despedida
porque no puede borrarte de mi recuerdo.
Me despojo de amores rotos,
de sentimientos vagos y obsoletos,
de emociones vacías entre la arena de mi desierto,
de lamentaciones dispersas y enclaustradas en las garras del tiempo.
Pero no firmo una despedida inútil
sobre la perpetuidad de tu recuerdo...
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