Hoy me desborda la cruel nostalgia,
¡Me enloquece el beso que se apaga,
la sonrisa que se desmorona entre el desgarro de esta garganta
que quiere gritar a la vida el porqué de su desgana!
El otoño se instala sólidamente sobre Granada,
¡El viento quiebra seco su nombre bajo mi espalda,
el cielo llora su pesadumbre entre apaisadas lágrimas
por la mirada furtiva y majestuosa de doña Alhambra
que intimida, arrogante en su belleza desmesurada,
el desvanecimiento de una lascivia engendrada
entre un alma que congela su sentir, entre las calles de Granada!
Y pierdo las alas en el trazado impuesto por tu magia...
Y guardo mis pesares en cada esquina de tus calles cuando giras la mirada.
La desgana de la vida. Ese ver pasar los días mientras nuestra alma languidece.
ResponderEliminar