Pausa

Puedo recrearte en cada atardecer henchido
de nostalgia vagabunda perenne sobre tu recuerdo.

Doy tregua a estos lamentos y a gritos retorcidos
entre láminas dispersas de un viento agorero
que sólo aclama tu nombre entre estos labios carcomidos
por la penumbra etérea que ronda mil veces tu pensamiento.

Pensamiento que navegas sobre páramos bendecidos
con esa sonrisa embriagadora que se instaló en este sentimiento
por el que hoy mis lágrimas reman entre mares desconocidos
para desembocar siempre, impávidas y serenas, una vez mitigado el cruel abatimiento.

Sentimiento que desordenas la ingravidez de versos heridos,
¡Sentimiento que matas y engendras un unívoco recuerdo
en el que puedo recrearte sobre atardeceres henchidos
de nostalgia vagabunda y de amaneceres a sotavento!

Y es que la vida se va esfumando conforme gimen mis delirios...
Y es que el delirio me consuma entre la pausa eterna de tus sangrantes acotamientos.