Distancia

Hoy busco tu mirada para que me hable
y me cuenta que te has ido y que no eres de nadie.

Distante y lejano como el silencio
en la plenitud de la soledad venidera,
gélido y frío como la temperatura del hielo
sobre unos labios que se agotan en sus cadencias.

¡Maldita angustia vespertina en rugidos de un cielo
que derrama su sufrimiento en forma de tormenta,
maldita asfixia que te instalas sólida en mi pecho
para dilatar esa desesperante espera
que ya duele en cada minuto que transcurre en el tiempo,
en cada paso encrucijado recreando tu estela,
en cada estrofa que destruye la solvencia de mis anhelos
que hoy se difuminan en una simple esperanza que pierde consistencia!

Me desperté buscando una mirada que me hable en mi duelo
y hallé, entre los límites opacos del recuerdo,
el susurro derrotado de un tímido halo de viento
que me contó que te habías ido, y que ya nunca nos veremos.

Y ando absorta en mis profundos lamentos
ésos que nacen del alma y mueren entre unos besos
que hoy se dispersan para engendrarse en un olvido sempiterno
donde depositarán sus huellas para que tú y yo prosigamos con nuestros versos...

Pero en la distancia.
Pero en el silencio.