es la daga que resquebraja ánimos y deseos,
¡Es la absolución perpetua del insomnio en mis párpados,
el jugo indisoluble entre las láminas oscuras del pasado,
la prima cabizbaja de un verano colapsado
entre mareas furibundas y esclavas
de rocas tortuosas y afligidas entre mis manos,
que hoy pelean contra el infortunio
de una mentira engendrada en el ocaso de tus labios!
La insidia culminada entre besos ya asfixiados
es la premura intoxicada de recuerdos fracasados,
¡Es la calumnia perturbadora de un abrazo edulcorado
con tintes de sangre y sabores de amapola
sobre el incienso candente que aún oscila en mi regazo
por la alquimia intermitente entre tu piel y mi desamparo!
El despropósito cultivado con la semilla del desagravio
unge a este cuerpo resentido y desvalijado
de aromas nuevos entre la cobertura, abyecta pero ansiada,
de amores trémulos y renovados.
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