Mi boca desafía
al sabor de otros labios
que han tenido la indecencia
de robarme lo codiciado,
¡Labios propulsores de mi condena a tu regazo
donde hoy tengo frío,
donde se duele mi vida,
se rompen mis brazos,
donde el tiempo agoniza
con despojarme de anhelos conquistados,
donde el amor pierde su risa
con lamentos infieles en la espesura de tus párpados!
Mi boca desafía
las mieles de otro bocado,
¡Bocado de hieles amargas
que enloquecen mi desagravio,
que entorpecen mis andazas
de un frágil cautiverio, a expensas de tu regazo!