Siniestro

Siniestro en el silencio de la noche,
¡Llagas abiertas en la comisura de unos labios,
hemorragias de olvido y derroche,
infecciones tras la vorágine del presente y del pasado,
duelo trágico de sonrísas y pasiones,
finales implantados en la soberanía del desengaño,
navajas afiladas descuartizadoras de ilusiones,
puños cerrados sobre la marea de otro naufragio!

Asesinato en el clamor de tu nombre,
¡Manos rotas entre sentimientos esclavizados,
soledades atosigadas en calumnias y dolores,
versos huérfanos a la deriva de tus brazos,
besos yertos y desperdigados sobre aromas podridos y fúnebres canciones!

Y yo,
aplastando rosas y amapolas en la letanía de recuerdos demoledores
sobre el mármol grisáceo que fusionó, airoso, tu plata y mi cobre.

Y tú,
gimiendo tu orgullo en silencios agrios y perturbadores
mientras que el alba penetra, sigilosa, por la hendidura corrosiva de dos balcones.