Te miro con los ojos del sentimiento
aún bajo el diluvio que derrama llantos sobre nuestras cabezas,
aún sobre la borrasca nimia de este fatigado momento,
a pesar de la robustez de las piedras que portamos en ambas maletas.
Te siento con el corazón anaranjado y abierto
aún sobre la discordia de posiciones inversas,
¡A pesar de la calumnia ingrata de un leve abatimiento
que acaricia tibiamente silencios ingrávidos y exiguas torpezas!
Te amo desde balcones aireados y preñados de flores frescas,
aún bajo unos ojos tímidamente derrotados por la escarcha que no cesa
en bosques de cornisas álgidas y montañas de tenues arenas
que dispersan su congoja en la festividad solemne de fuegos y cadencias.
Te pienso arrebatando pasiones y clausurando sentencias,
aún bajo la tórrida nostalgia,
imperdonable y pretenciosa,
de tu etérea pero plausible ausencia.
Me han gustado mucho tus poemas, aquí te dejo algo para compartir
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