Eres diosa, mujer

Eres diosa mujer,
porque albergas la gracia de la maternidad en tu vientre,
porque luchas sin cesar por mantener regios los cimientos de tu hogar,
porque encaras la vida con porte valiente,
porque sabes perder aunque apuestes a ganar.

Eres diosa mujer,
porque eres amante, esposa, madre y trabajadora a la vez,
porque has librado mil batallas por la igualdad que se te estirpó al nacer
en esta sociedad encaprichada en menospreciar tu glorioso quehacer.

Mujer,
hoy te escribo los versos de quien supo valorar tu prodigio y tu ser,
hoy te curo las cicatrices de los tropiezos bruscos y livianos en ese vaivén
que te colocó en el centro de la diana para hincarte dardos envenedados de desdén.

Eres diosa, mujer.
Portentoso engendro de la madre naturaleza sin el cual, el otro, simplemente no es.

Eres diosa, mujer.