Existen las voces consumadas en las gargantas
de perros hambrientos y vagabundos,
existen los ecos prolongados en esta efímera distancia
de pieles desnutridas en deseos y ayunos.
Quiero ser el agua que inunde el manantial de tu boca,
las noches lóbregas y lujuriosas prendidas en tu alcoba,
el aliento de tu fatiga, el tiempo convertido en hora...
Quiero ser la fragancia fugitiva que siempre acoja ...tu aroma.
En mi pecho.
En tu aurora.
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