Llega el alba oscura
trabucando las manos que nos unieron,
lastimando con sorna resquicios de amalgamas,
divorciando apetitos cálidos de fríos inviernos...
Llega el alba oscura
y con ella el letargo atropellado de mi tiempo,
las voces raucas en taludes paralelos,
los bostezos punzantes de fábulas y ensueños.
Llega el alba oscura
¡Y fustigo soledades en la cobertura gélida de mi cuerpo,
y ayuno desazones, multiplico sollozos y lamentos
mientras laten carcajadas en los aledaños del recuerdo!
Llega el alba oscura
y con ella fenece mi risa en los albores de un perpetuo silencio.
Llega el alba oscura
y ya no hay labios que obsequien el sabor de un simple beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario