En los socavones
oscuros del sigilo mustio
abracé el lamento que nace eterno y olvidado
y me sumergí en el tiempo errático del quebranto
hasta perderme en los instantes de una lágrima dormida,
hasta gritar de dolor las angustias de un pretérito hiriente.
Y vislumbré mis heridas sangrando esperanzas muertas
danzando los acordes en el réquiem de quimeras fenecidas
Doblegué mis pasos hasta echar raíces en el valle de mi muerte
abrazando la incuria del que no puede transitar sus propios pasos
Y me torné flor marchita en el pétalo de la Vida, impregnado de silencios…
Silencios tras las huellas notorias del fracaso
Salmodiando cicatrices de contiendas perdidas,
¡Silencios en aullidos agónicos y extasiados
En la afonía sempiterna de escarchas sobre esquinas!
Silencios en los tímpanos de hieles colapsados
Custodiando las zozobras que dilatan mi desidia,
¡Silencios en los rugidos del aguacero en estos párpados
Refutando clareas entre sangre y espinas!
Y trenzo los compases de versos olvidados
abracé el lamento que nace eterno y olvidado
y me sumergí en el tiempo errático del quebranto
hasta perderme en los instantes de una lágrima dormida,
hasta gritar de dolor las angustias de un pretérito hiriente.
Y vislumbré mis heridas sangrando esperanzas muertas
danzando los acordes en el réquiem de quimeras fenecidas
Doblegué mis pasos hasta echar raíces en el valle de mi muerte
abrazando la incuria del que no puede transitar sus propios pasos
Y me torné flor marchita en el pétalo de la Vida, impregnado de silencios…
Silencios tras las huellas notorias del fracaso
Salmodiando cicatrices de contiendas perdidas,
¡Silencios en aullidos agónicos y extasiados
En la afonía sempiterna de escarchas sobre esquinas!
Silencios en los tímpanos de hieles colapsados
Custodiando las zozobras que dilatan mi desidia,
¡Silencios en los rugidos del aguacero en estos párpados
Refutando clareas entre sangre y espinas!
Y trenzo los compases de versos olvidados
y sentencio los
reversos ajados de un escrito
encubierto en la demencia de quien silencia hasta la rima.
encubierto en la demencia de quien silencia hasta la rima.
Silencios.
Gloria Zúñiga y Diego López
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