Ahora busco tu abrazo
¡Bálsamo curativo de estas heridas,
níveo manantial de linfas tibias
donde enjugo los andrajos que tapizan mi vida,
donde tamizo cicatrices de crueles despedidas!
Y beso tus manos
radiantes atisbos en minutos nublados,
¡Olas de savia rolliza en tu regazo
bocanadas de céfiro, zalemas y agasajos
en el crepúsculo que inunda las zanjas de mis pasos!
Ahora sé que no te he soñado
cuando expiran recelos sobre el surco de tus labios.
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