una soledad ilógica de vientos áridos.
¡Ven a mí entre estos versos que te gritan
para rociar de vida la exasperación de esos labios,
bocanadas de vendimias acerbas te salpican
mas yo soy bálsamo cicatrizante entre tus páramos,
no escuches las gargantas incitadoras de esa afonía
pues no importa que seas mi rescate de un naufragio
los ayeres siempre son instantes que terminan
y los momentos, presentes instantes para amarnos
aún cuando turbas hambrientas te miran y miran
sin llegar a discernir un alma que está llorando
por ansiar romper fronteras de hiel y alquimia
que forjaron la pasarela regia de tu efímero tránsito!
No busques la verdad entre la mentira
que yo soy yo... y te sigo esperando.
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