Si bien he puesto el corazón en cada beso
¡también miré de frente la oquedad de tu "te quiero"!
Hemos saciado manantiales de deseos
¡culminado ansias cuerpo contra cuerpo
desvalijando ultrajes de pieles y pechos
adornándolos de zalemas entre fragancias de crisantemos,
rozándonos candentes sobre la fría escarcha del invierno
mientras oteábamos lágrimas ante la inconsistencia de un sentimiento
cimentado solo en pasiones y en catervas de empeños
que fueron saciados en cada éxtasis de ríos lisonjeros!
Pero inevitablemente el cariño no depende del anhelo
¡y hoy eres rosa que crece en medio de un desierto!
A lo lejos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario