Escondidos en el regazo de un beso
nos vamos confinando sobre los albores del deseo,
¡entregados al unívoco lenguaje de nuestros cuerpos
que aclama la comunión de mi antojo y tu anhelo
navegando los mares de dos amantes hambrientos
codiciando agasajos aún en el límite de nuestro tiempo
que prodiga nostalgias donde hoy hay empeños,
que aclama indecisiones cuando el afán es confeso!
Sigamos escondidos lamiendo vestigios del recuerdo
¡que hoy somos lascivia emancipada del silencio!
Así, amor de lecho...
Así... ¡así te siento!
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