Las dunas solitarias de llantos pretéritos
hoy son jardines de amapolas y besos.
Porque eres tú,
vida adyacente al clamor de mi deseo
¡palabra rebelde en estos labios que enjugan tu anhelo
para saciarse de ti, de la ofrenda de tu cuerpo,
que cautiva mis ansias al compás del viento
el que sacude nostalgias para engalanarlas de empeños,
el que arrecia entre dos pieles que se fusionan en su jadeo!
Los torrentes de antaño se difuminan con el tiempo
mientras te conjugas en mi presente, domeñando hasta al silencio.
¡Porque eres tú,
savia, consuelo, amante y sueño!
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