¡dame la respuesta al enigma de su beso
pues siento salivas de amores en suspenso
aún adheridos a los poros de su cuerpo
ensombreciendo la ansias de poseerlo pleno
en estas letanías de sollozos y deseos!
Certeza que iluminas caminos desiertos,
¡otórgame la osadía de penetrar en su silencio
escarbando en las penumbras que obstruyen anhelos
acallando los susurros que claudican en su desvelo
para amarlo con el ímpetu porfiado de estos versos!
Certeza que del corazón no eres dueño,
¡pronuncia tu sentencia entre ecos de otros vientos!
Porque ya mendigo hasta los gozos de sus escarceos...
porque ya soy plena, aun en la falacia de su "te quiero".
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