Gracias a ti
amo hasta las ojeras de mi rostro
tras otra noche jugando a no dormir
y canjeando sosiegos por alborozos.
Gracias a ti
por el brillo de estos ojos
¡una vida yo te di
y tú a mí, la del deleite y gozo,
colmada estoy con verte reír
y dichosa al conferirte antojos,
aun en las aflicciones que hayan de venir
eres la parte que ocupa mi todo!
¡Gracias a ti!
(A mi hijo José Miguel)
No hay comentarios:
Publicar un comentario