Eres destello parido del alma
y de anhelos vírgenes inherentes a mi pecho,
eres hálito que viste madrugadas
de tibios abrazos y mejores sosiegos,
eres la certeza que invalida plegarias
de ayeres hastiados en su propio lamento,
eres el verso que comienza y acaba
en cada desplante vagabundo de silencios,
eres de mi boca señera palabra
¡y rima concebida entre el aplauso del tiempo!
eres constancia en el tumulto de mis entrañas
y cresa algarabía entre el guiño del desaliento
...y de mis recelos, la intrépida calma
¡y de mis lunas el único cielo!
la gesta insobornable de tardes y albas
¡y la piel que mora bajo el abrigo de mi cuerpo!
... y eres de mis ojos la franca mirada
¡y de mi pulso, compás y aliento!
" A esa parte de mí que no me decepciona. A mi hijo..."
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