En este mundo tan esquemático y sumamente programado, la búsqueda de la "naturalidad" se torna francamente difícil. Y, cuando nos encontramos con ella, si es que acaso lo conseguimos, solemos enjuiciarla o dejarla marchar porque rompe con lo habitual y ordinario de nuestras vidas. Sin embargo, esas personas "naturales" que hoy se considerarían "raras" y ciertamente "extravagantes", son las que pueden dotar de una dosis de encanto a tu existencia y arrojar halos de luz en caminos tristes, aburridos y rutinarios. Procura no dejarlas ir. La vida de por sí es demasiado oscura como para ensombrecerla aún más con la oquedad de lo vulgar y lo anodino. Y esas personas, esas personas "naturales", aún existen. Por suerte, es fácil reconocerlas.