Escarbo con ahínco soberbio entre el mundo de la imaginación,
para sosegar esta inquietud que arrecia en los páramos de mi puerto.
¡Abrázame con la fuerza torrencial de una hercúlea pasión
y remueve azarosamente el fulgor que emana de mi cálido pecho,
para arrinconarme cautiva en los fornidos brazos de mi perdición
y abandonar mi identidad, de por vida, entre el perfume pretencioso y pernicioso de tu cuerpo!
En el mundo de la imaginación, escarbé con ahínco soberbio
para yacer finalmente sobre ti, arreciando tus anhelos sobre la cavidad de mi iluminado puerto.
Fusión de dos pieles que regurgitan sus clamores de éxtasis supremo, sobre el soporte insostenible de un efímero halo de silencio...

No hay comentarios:
Publicar un comentario