en el aleteo de mis pestañas sobre tu recuerdo,
¡aún existen enigmas por descubrir
entre la persistencia de tu nombre en mi pecho
pues en cada instante sin ti
se marchitan pétalos de besos
que desde la castidad de mi sentir
consigné a tus labios, ebrios de deseo!
Y quedan cicatrices de amarte así
¡porque en tu ausencia de pena, muero,
intrincada a los vestigios de tu elixir
que son vida entre la negrura de estos versos!
Otro día queriéndome mentir
¡sobre las verdades que exhala mi aliento!
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