Prefiero esta soledad al amargor de tu beso
¡y el aullido de mi sombra a una palabra de tus labios!
porque aunque me he quedado desnuda frente al espejo
contigo, mis deudas se han saldado.
Mil noches coqueteando con tu silencio
¡manojos de albas seduciendo al desamparo!
anhelando el hálito de un cuerpo
¡que no entiende de apetitos soterrados!
Me cansé de esperar lo que no tengo
¡no voy a suplicar lo que me ha faltado!
Hoy disgrego tu nombre entre estos dedos
¡y de lo demás no te preocupes, ya eres pasado!
No hay comentarios:
Publicar un comentario