A veces es injusto el tiempo
cuando se quiere ceñir esperanzas,
¡no da tregua al tesón del deseo
y arrasa con quimeras y palabras
haciéndolas efímeras sobre el viento
tras la sentencia de un nuevo "acaba"!
A veces es justo el tiempo
cuando vamos instaurando nuestras andanzas,
¡si somos de envidias el eco
calla las voces de áridas gargantas,
porque lo finito es su acreditado sello
sobre la muerte, la cual a todos iguala!
Siempre es justiciero el tiempo...
¿Por qué no abrazarnos con el alma?
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