porque esta existencia no supo de tu marcha,
¡necesito pensarte amaneciendo entre mi cuerpo
devencijando tristezas por promesas de un mañana
donde las savias se funden en un beso
entre indisolubles caricias al alma
cuando tus dedos arrullan mi deseo
mientras dos soles brillan de amor y esperanza!
Necesito sentirte en la cadencia de mis versos
¡porque no hay rima sin el eco de tu magia!
Y aunque sea tras la condena de evocarte en mi anhelo
¡te sigo amando, entre hiel y ansia!
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