Te ofrezco de mis manos un verso
que hable de quimeras enhebradas tras este silencio,
¡doy de mis labios la certeza de un eco
pregonando tu nombre en este quebranto imperecedero
porque en mi alma yace tu beso
ahondando en las pasiones conjugadas en pretérito,
disimulando las ojeras de insomnios sin tu cuerpo
y tergiversando las palabras que brama este sufrido pecho!
Te entrego de mi alma la savia de tu recuerdo
¡al que siempre me abrazo, para no soñarte lejos!
Y cediéndote la ansia enfermiza de mis anhelos
¡te buscaré entre la sombra, si es que acaso despierto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario