todas las promesas abatidas en el tiempo,
¡solo hay atardeceres de besos sobre palabras
que esperan la cadencia de un único verso
donde se renueven ponzoñas taimadas
de aires grisáceos entre la lágrima de mi cielo
augurio de recuerdos y nostalgias
mas de suplicios, buen compañero!
Silencio,
¡silencio que obstruyes mañanas
acicalando de sentires este lamento
desgarrando madrugada tras madrugada
a un corazón, que sigue latiendo!
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