Has mutilado mis sentidos en una soledad imperecedera.
Has arrancado de cuajo estas emociones a duermevela
que deambulan, rotatorias y diáfanas
en la toxicidad del aire que me impregna.
¡Piérdete en la ventisca de otra primavera;
dilúyete, marchítate como tronco de raíz seca;
abandona el boscaje angosto de esta difusa estela
y busca el retorno del perdón en una imposible quimera!
Has mutilado mis sentidos en una soledad imperecedera,
más has alimentado inhóspitas pasiones en una emergente mujer nueva.
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