Lecciones de vida

No estoy segura de nada
porque el tiempo así lo dictamina.
Sé que vivo ahora y que moriré algún día,
pero no sé si habrá mañanas ni auroras compartidas.

No sé qué es correcto o incorrecto
porque no se han trazado unos límites al respecto.
Todo viene mediatizado por la sociedad a la que pertenecemos
que nos modula bajo reglas de deseabilidad y acierto.

No entiendo de verdades y mentiras
porque ambos conceptos dependen de varias perspectivas.
Todo puede ser verdad desde mi humilde punto de vista
y todo puede ser mentira según la ventana por la que miras.

No establezco el "jamás", el "nunca" y el "siempre"
porque son palabras demasiado tajantes y relativas.
Todo puede ser un "siempre" absoluto en el instante que perece,
o un "jamás" instruído en el segundo que termina.

Sólo sé que el amor y la bondad
engrandecen nuestras existencias y son la brújula inequívoca que mejor nos guía.
Todos podemos crecer humanamente en la vorágine existencial que nos delimita
como entes mortales e iguales en este laberinto aventurero llamado "vida".