Esta noche no me busques entre los pliegues de mis sábanas.
Esta noche tengo una cita a ciegas, con una luna solitaria.
¡Noche que consuelas experiencias amargas;
luna que mitiga el sabor añejo de la nostalgia!
Esta noche no me hallarás sobria entre los huecos de mi almohada.
¡Noche mágica de luces centelleantes que embriagan
a las almas paupérrimas que en ti se emborrachan,
para colmar su sed de existencia entre halos de esperanzas
y nutrir los hondos pesares que escuecen a unas vidas torturadas
por la oscuridad férrea de una tristeza que no acaba!
Esta noche no seré una amante esclavizada
a un prófugo lamento que se escapa de mi ahogada garganta.
Seré hija del firmamento y sierva de una libertad culminada en una cita a ciegas,
con una luna solitaria.
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