Caminé ofuscada al amparo de sus brazos
¡Y transcurrieron hojarascas hasta hallarte en mi silencio!
Llegaste a mí con semblante cabizbajo
¡Queriendo sanar las heridas del recuerdo
rozándome con rosas en cada instante maltratado
gimiéndome esperanzas sobre los resortes de tu anhelo
arrancándome sonrisas de estos labios agostados
elevándome a la cima con tan solo un beso
aseverando que volver a amar es cosa de sabios
porque no existen cadenas que amarren al sentimiento!
Y aprendí que un suspiro nunca es eterno
porque el amor... ¡Solo es dueño de un momento!
No hay comentarios:
Publicar un comentario