No hay distancia entre mis labios y tu beso
¡ni acordes desafinados en la fusión de piel y anhelo
cuando solo somos la savia de un deseo
entre manantiales de gozos que entibian aires de invierno!
Y es que te amo más allá del tiempo
¡y es que eres a quien miro cuando veo
y es que es tu fronda el hogar de mi consuelo
y tu brisa la llama que enciende mil y un "te quieros"!
Contigo cruje el clamor insonoro del silencio
¡se disipan en tu custodia llantos y desconsuelos
abrigando mi alma con la dicha pulcra de tu pecho
en la cercanía presta que nos concede el sentimiento!
Y es que meces mi ventura con un halo de tu aliento...
¡y que no me hablen de cordura, si se trata de tu cuerpo!
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