Yo,
que perdí la huella de tu beso
entre labios de caricias despoblados,
yo,
que robé la garganta de tu eco
entre gritos de promesas solitarios,
yo,
que prendí el fulgor de tu cuerpo
entre brazos de luces apagados,
yo,
que transité la calima del deseo
entre gélidos vientos huracanados,
yo,
que postré la vida a merced del silencio
entre el sordo ruido de tu naufragio...
yo,
que hoy de soledades visto mi tiempo
entre la presencia de instantes callados.
Yo,
la que muere donde mora el recuerdo
que siempre te estuvo esperando.
YO...
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