Retrocedo hacia el beso enversado
que con sus estrofas dejó anillada mi morena cabellera
para avanzar limpia de vanos recuerdos y de promesas incumplidas.
Escucho el grito del silencio en esta noche desnuda
mientras siento cómo mis piernas vuelven a caminar.
Ya te has ido... y yo,me he liberado de tu condena.
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