Transcurrió el tiempo entre la cavidad de nuestros dedos.
¡Te alejaste de mí cual pájaro sin dueño
y me arriconaste en el diáfano olvido
para desgarrar con fiereza a este anclado sentimiento
en la penumbra oscura del desamparo del silencio!
Y ahora te veo aquí, frente a frente
pululando,entre susurros varios, un breve "te quiero".
A pesar de la inabarcable pasión que nos anuló en el combate de nuestras pieles,
obervo con cautela cómo tu recuerdo quedó sepultado en los augurios de un clamor pretérito.
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