Hay esperanzas cautivadoras de deseos
y deseos esperanzadores cautivadores de misterios.
¡Seduce a la existencia que llevas dentro,
inhala el perfume inigualable de su secreto,
expira la toxicidad de su sufrimiento
y cosecha la sobriedad de su espóradico sortilegio!
Hay amaneceres cultivadores de sueños
y sueños cultivados en las garras del silencio.
¡Aniquila los temores de aconteceres pretéritos
y construye los cimientos de un ahora consistente y certero!
Porque hay esperanzas cautivadoras de deseos
y sueños cultivados en la mentira implacable de lo incierto.
Yo... aquí permanezco.
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