Todo es mentira

A menudo no dejo de interrogarme
por qué te marchaste tan deprisa.

¡Se esclaviza tu imagen en mi memoria
y se eterniza el sonido de tu risa
en una lágrima que se desprende agónica
cuando, al despertar, vuelven a sangrar mis heridas!

Hay veces en las que te siento
con la certeza de que aún respiras.

¡Se clavan en mi pecho tus ojitos morenos
y tratas de menguar mi dolor con una caricia
que se nutre de sensaciones efímeras
porque la única verdad es que ya todo es mentira!

Todo es mentira, ¡no estás,
tu corazón dejó de sonar,
tu alma se aposentó sobre la mía para anquilosarme en tu recuerdo
y en el llanto desesperado de quien no asume tu despedida!

Y todo es mentira...
Menos que la luz que desprende tu imagen
permanece intacta en cada instante de mi vida.