Transcurre otro otoño bajo tu mirada
mientras se desvinculan los pétalos atrapados sobre un beso
alzándose el recuerdo sobre papiros de lágrimas
esgrimiendo palabras que no pronunciemos
porque rechinó intensamente la distancia
cuando calumniamos con esperanzas al sentimiento
aún sabiendo que los pálpitos se apagaban
entre la clausura férrea del lacerante silencio.
Ahora solo queda reprimir nostalgias
sobre la copiosa hojarasca que inunda nuestro lecho.
¡Embriágame con la luz del alba
que el olvido rehusa a penetrar en mis adentros!
Aún existen mañanas
¡pero sin tu risa... sin tu cielo!
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