Abrázame cuando estas manos no te toquen
¡cuando las espinas del ayer se conjuguen en presente!
Abrázame en los recios silencios de mis noches
¡en cada hálito desprendido de mi vientre!
Abrázame mientras la sonrisa se enconde
¡mientras el tedio confluye sobre tu simiente
para amarte en la cúspide de otro horizonte
abrazados, cual sirena danzando en su corriente!
Abrázame cuando mi boca pronuncie tu nombre
¡y también en el absentismo de palabras y dientes!
Pero abrázame...
¡abrázame siempre!
No hay comentarios:
Publicar un comentario