¡Va muriendo desangrada mi alma, tras el óbito de tu recuerdo!
Otra historia despiezada entre el surco de nuestros dedos
¡Otros bajeles que naufragan sobre las murallas del tiempo
otras cadencias afónicas en instantes que se diluyeron
otros rostros, labios desiertos,
otras manos enraizadas a la esclavitud de un lamento
otros ojos, orfandad de besos,
otras pieles que se esfuman en el hastío del sentimiento
otras miradas lapidadas en la ceguera del pretérito
otros anhelos, atroz vacío de deseos...
otra nostalgia ulcerando los pálpitos de mi pecho!
Allí, en las orillas cóncavas de éxtasis y empeños
¡Fallece tu nombre, en el ahogo de un nuevo silencio!
Otros cuerpos... ¡Exaltación de versos!
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