Aquí estoy
contando las inoportunas falacias de tu boca,
¡Descomponiéndome en el recodo de las sombras
inhalando el soborno entre tu anhelo y mi alcoba
paladeando las migajas de salivas rotas
en el engranaje de recuerdos que lloran
doliéndose de la fatigas en la carencia de tu aroma!
¿Por qué ensangrentar almas existiendo verdades piadosas?
Aquí estoy
lamiendo de mi tiempo el instante de un ahora,
¡Aleteando los suburbios que aluden a tu persona
mirándome en los balcones libres de congojas
imaginándome huésped de sentimientos que moran
en la astenia de pálpitos sobre otra aurora
que murmura la asechanza de tu palabra contra mi boca!
Aquí estoy
huyendo de la espina clavada en mi amapola.
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