¡Párpados candentes escoltando tu deseo
albas exfoliadas entre hieles amargas
labios afanados en la conquista de tu beso
adhesiones nobles al plañido de esa batalla
la que ahora usurpa de tu ascenso el aleteo,
incólumes entregas de zalemas y cuerpos
robustas columnas que sostengan tus descensos
abrazos férreos que mitiguen la voz del miedo
semillas vírgenes en los rescoldos de tu fuego
y manos rociadas del bálsamo que cebará cada aliento!
Habrá otras vertientes explorando tu anhelo
mas de mí, solo hallarás el silencio.
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