A veces
te paladeo en el sinsabor de un beso
¡aspirando tu savia entre los albores del tiempo!
rememorando júbilos de pieles y cuerpos
¡eludiendo despedidas entre senderos!
untando mi antojo con aires de tu viento
¡escrutando las huellas asentadas en mi pecho!
desvelando a los labios que antaño se durmieron
¡sobre ecos esclavos de hieles y silencios!
A veces
te espero en un destello de sueño
¡irradiando con tu risa las bocas que se ennegrecieron!
dibujando horizontes en ocasos yermos
¡y siendo gaviota, sobre piélagos de tu desierto!
A veces
te pienso...
y ya eres invierno.
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